También estoy por aquí…
Has leído bien, la palabra «bendito» no es una errata. Seguro que has oído que las crisis son oportunidades de cambio. Estos cinco microrrelatos sobre el Coronavirus son una oportunidad de revisar, desde otra perspectiva, la situación actual y abordar otras cuestiones que los medios informativos omiten o soslayan.
Tiempo estimado de lectura: 5min
5 microrrelatos sobre el Coronavirus
Debajo de cada texto encontrarás la versión ilustrada y un botón de descarga
Einstein afirmó que «La crisis es necesaria para que la humanidad avance. Solo en momentos de crisis surgen las grandes mentes». Eso es justamente lo que necesitamos, grandes mentes al servicio de la humanidad. Personas íntegras y sabias que se atrevan a plantar cara a los oligarcas y aboguen por un mundo sostenible donde primen los intereses humanos a los económicos.
Los cinco microrrelatos que leerás a continuación los escribí antes del Coronavirus, te harán reflexionar sobre esta emergencia sanitaria en relación a la humanidad, a los valores predominantes y a nuestro sistema particular de creencias. EL ANTES Y EL DESPUÉS…
MASCARRABIAS
Tengo la tóxica costumbre de comer mientras veo el telediario. Soy adicto a la rabia, al odio y al asco. Me llevo un pedazo de carne a la boca. Según el Banco Mundial, la fase de expansión de la economía se prolongará hasta el año 2022. Me pregunto hasta cuándo se prolongará la fase de expansión de la estupidez humana. ¿2050?
© Javier Eugercio
NOTA ADICIONAL: Ahora sabemos que la expansión de la economía se frenará en seco por unos seres microscópicos con los que nadie contaba. ¿Qué es más importante, la expansión económica o que los gobiernos protejan a las personas con políticas beneficiosas para la salud global? Por lo que a mí respecta, hasta los huevos de la ambición humana y de la obsesión por el crecimiento económico. Hablen, por favor, del crecimiento humano y hagan crecer, sin frivolidades, lo que nos vuelve más humanos; de lo contrario, las bestias de traje y corbata, mucho más letales que el doctor Coronavirus, provocarán el exterminio de nuestra especie.

LA MUERTE ES VIDA
La Muerte estaba a sus espaldas, pero él no la veía. Si al menos la hubiera intuido, habría sido consciente de que el tiempo se nos escurre entre los dedos. El doctor, como un pozo negro que engulló sus quehaceres programados, le anunció lo del cáncer terminal y desde entonces, hasta que la Muerte alzó su índice huesudo, se dedicó a vivir.
© Javier Eugercio
NOTA ADICIONAL: El doctor Coronavirus llegó para recordarnos que no somos inmortales. Mucha gente no saldrá de esta, y los demás… crucemos los dedos. Deseamos ponernos otra vez al volante de nuestras vidas, pero, ¿conducíamos nosotros o vivíamos con el piloto automático? Confío en que tengamos la oportunidad de demostrar a la Muerte, cuando venga a buscarnos, que nuestras vidas fueron un viaje legítimo y valioso.

BARBARIE Y CONDENA
Para que las élites sigan forrándose, los genocidios encubiertos deben continuar, y mientras tanto, los que tienen el culo más o menos a salvo, jodidos pero contentos con su pan y circo. Así funcionan las cosas. Pero todo lo que funciona solo funciona hasta que deja de hacerlo…
© Javier Eugercio
NOTA ADICIONAL: Hoy día, diversas problemáticas locales y globales amenazan con sacudir los pilares de nuestro modus vivendi. El sistema puede hacer aguas en cualquier momento, el doctor Coronavirus llegó para mostrarnos el precario equilibrio de fuerzas en el que vivimos. Lo creamos o no, aunque las distintas autoridades y gurús mediáticos hablen de progreso y bienestar, somos funambulistas sobre la cuerda floja. Los de abajo, los eternos pisoteados, las fieras sedientas de justicia social, saltarán todas las vallas que se interpongan en su camino y, si no reaccionamos ¡ya!, la batalla por la supervivencia se extenderá como el doctor Coronavirus.

PEZ GORDO
Luis era rico. Se gastaba una fortuna en lujos y caprichos y no tenía problemas de conciencia. «Los pobres ambicionan ser ricos para hacer exactamente lo mismo que yo», solía decir, y luego citaba a Darwin y se reía del manido dicho «Pobre, pero honrado». El mundo estaba hecho a su medida.
© Javier Eugercio
NOTA ADICIONAL: El doctor Coronavirus no entiende de ricos, pobres, buenos o malos: tira de la manta y caiga quien caiga. Es más justo que nuestras sociedades, que permiten que los peces gordos pisoteen a los más débiles, arruinen los esfuerzos de los buenos y perpetúen sus privilegios entre humanos maliciosos e ignorantes que adulan, envidian y admiran a estos seres deleznables en lugar de condenar sus actos y repudiar sus egoístas idiosincrasias.

UTOPÍA
32 años: busca la pareja ideal, pero está harta de tíos y de páginas de citas. 36 años: quiere ser madre y formar una familia, pero necesita un hombre de verdad. Un tipo auténtico, centrado, atento, sensible, honesto, inteligente, divertido… 42 años: gracias a la ciencia, se descarga por internet un óvulo fecundado y por fin se autorrealiza.
© Javier Eugercio
NOTA ADICIONAL: Los estereotipos, los idealismos y la cultura del esfuerzo nos venden una clase de felicidad que solo existe de cara a la galería. Nos ponemos una serie de etiquetas comerciales y salimos al mercado llenos de esperanza. En los anuncios y en las redes sociales todo el mundo es feliz y genial; la gente canta, ríe, salta, juega despreocupada en el parque temático del estado del bienestar, pero el doctor Coronavirus nos recuerda que la enfermedad, el miedo, la tristeza o la incertidumbre forman parte de la vida y que debemos aceptar la imperfección. ¿Somos seres humanos, o insoportables procesos de autorrealización donde la meta es la felicidad y el presente una carrera por alcanzarla? No podemos esperar a que todas las condiciones se cumplan para convertirnos, por fin, en el sueño americano que nos vendió el capitalismo. Es hora de despertar.

¿Te gustaron los microrrelatos sobre el Coronavirus? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
Recursos gráficos de pngtree y pixabay.
21 junio, 2020
Encontré tu blog mientras navegaba por la red y debo confesar que fue una bocanada de aire fresco… me encantó tanto que me suscribí.
Gracias y felicidades!
21 junio, 2020
¡Estupenda noticia! Muchas gracias, María Victoria, espero que disfrutes del blog.
14 abril, 2020
Espero que debido a los acontecimientos la gente ya no tenga excusa para no coger un libro (o un blog) y ponerse a leer por una vez en su vida. Deberían revisarse y cuestionarse muchas cosas en esta tesitura, en distintos planos que ya has citado, pero sobre todo en uno que realmente lo abarca todo…
y es nada «más y nada menos» que el concepto del TIEMPO.
14 abril, 2020
Muy cierto, Hana, el tiempo que pasamos en este plano de consciencia, cuando se proyecta en el pasado o el futuro, se desperdicia. La única vida real es la que transcurre en el presente.
7 abril, 2020
Grande Javi !!
7 abril, 2020
Muchas gracias, guapa, un abrazo!
31 marzo, 2020
Unos comentarios llenos de verdades, que lanzan a la cara las miserias de nuestra sociedad y la falta de valores. Realismo y sinceridad que ayuda a reflexionar sobre nuestro tiempo en la tierra. Gracias por estos esbozos de realidad.
31 marzo, 2020
Eres muy amable, Estrella, tu valoración coincide con lo que pretendía transmitir. Muchos seguirán durmiendo, pero algunos despertarán con el toque de atención que supone el Coronavirus. Un abrazo!
29 marzo, 2020
Me han encantado los microcuentos y sobre todo tus reflexiones que son certeras y con las que estoy plenamente de acuerdo. Ojalá esta situación nos sirva para cambiar nuestras vidas y desarrollarnos como personas dejando atrás este mundo del consumo por el consumo que es aberrante
Un abrazo
29 marzo, 2020
Ojalá, Mariángeles, el doctor Coronavirus es una oportunidad para el cambio de paradigma. Necesitamos caminar hacia un mundo donde importen más las personas que el dinero, las posesiones o el poder. Un abrazo, y gracias por comentar.
29 marzo, 2020
Me han gustado mucho las reflexiones del después de la llegada del “bicho”, los había leído anteriormente pero claro es lo que tienen las pandemias que nos hacen ver donde antes no había luz. Un abrazo en la distancia del confinamiento.
29 marzo, 2020
Me alegro de que te fueran de provecho las reflexiones del antes y, sobre todo, del después de esta pandemia que nos ha puesto en jake. Pienso que es preferible mirar a los ojos a la realidad social. Si volvemos la cabeza, el mate nos pillará en el jardín de la alegría. Un fuerte abrazo, Lore, gracias por comentar.