También estoy por aquí…
¿Qué sabemos de la vida? Los siguientes microrrelatos de la vida te harán reflexionar sobre ella. No hay verdades absolutas, cada cual busca las suyas en su experiencia vital…
Microrrelatos de la vida
Los diez microrrelatos de la vida van encabezados con una breve introducción
Tiempo estimado de lectura: 6min.
Todos experimentamos instantes dorados en los que el tiempo se detiene y somos únicos, bellos y perfectos. En tales momentos, la vida nos premia con una efímera plenitud que deja una huella memorable. Nunca permitas que esos recuerdos se esfumen.
EPIFANÍA
El tren en el que viajo atraviesa las nubes. Con la frente pegada a la ventanilla, diviso un arco iris perfilado en el horizonte y siento una inmensa paz. La visión es sublime, pero no tarda en desvanecerse y el tren pasa de largo. Mi vida también. Aquel arco iris permanece en mi memoria, es uno de esos flashes terapéuticos cuyo paso perdura por su carácter excepcional.
© Javier Eugercio
El título del siguiente microrrelato denota resignación, acatamiento, rendición, gregarismo, sometimiento, consentimiento… Demasiadas connotaciones negativas contenidas en cuatro palabras.
ASÍ ES LA VIDA
Sé que los poderosos manipulan, mienten y adoctrinan para ejercer el control. Sé que el miedo, el egoísmo y la ignorancia son un círculo vicioso que arruina los esfuerzos de los que luchan por un mundo más justo y sostenible. Sé que la vida es así, pero no podría callar ante la injusticia, no podría despilfarrar mientras otros mueren de hambre, no podría desoír los lamentos de los que sufren, no podría contribuir a la barbarie con mi cómplice silencio.
© Javier Eugercio

La realidad global no está para tirar cohetes. Sin embargo, algunos logran desinhibirse hasta el extremo de manifestar un júbilo constante de cara al escaparate social. ¿Hasta qué punto es real la presunta felicidad del postureo?
LA VIA EN ROSE
—Me gustaría creer en la salvación, pero el mal que nos azota es tan temible que los humanos acatamos y vivimos resignados.
—Estamos condenados para siempre —opinó Barbie—. Nos encerraron en la prisión globalizada y enviaron la llave a Marte en una sonda espacial.
—Menos mal que a nosotros —dijo Ken— nos programaron para vivir felices y comer perdices. ¿Seguimos con los preparativos?
—¡Sí! —exclamó Barbie—. ¡Tenemos que concretar la lista de invitados!
© Javier Eugercio

A veces nos sentimos mangoneados. Como muñecos sometidos a los caprichos de la vida. ¿Hay un destino fijado para cada uno de nosotros? Hacemos planes, tenemos metas y nos esforzamos, pero al final…
MANDA LA VIDA
Fue arrojada al océano de la existencia y creció bajo el amparo de sus padres, pero nunca supo adaptarse al bravo oleaje que provocó su naufragio. No era justo, ¿por qué las corrientes eran mansas para otros? Se obcecaba en la idea de la injusticia y culpaba a la marea de su desdicha. La vida, mientra tanto, susurraba: «Revivirás este dolor hasta que asumas que no soy como tú deseas; tengo mis propios planes para ti».
© Javier Eugercio

El propósito da sentido a nuestras vidas. Tener un propósito legítimo y verdadero. Sin embargo, en muchos casos, preferimos llevar una vida acomodada y nos dejamos llevar por la inercia del rebaño. ¿Vivimos o sumamos años?
EL BUEN CAMINO
Delante de la tumba de mi padre, el eco de sus palabras me envuelve y reconforta como un mantra redentor: «El camino hacia nosotros mismos -me dijo antes de morir- está lleno de incertidumbre, pero es el único que merece la pena recorrer. No malogres tu vida intentando adaptarte. No te ajustes a lo que esperan los demás. Hazlo a tu manera. Si tiene que ser, será con lo que te salga del corazón y las entrañas».
© Javier Eugercio

Confusión. No hay mejor término para describir la realidad del siglo XXI. Somos confusión. Barcos sin timonel que navegan a la deriva en aguas revueltas. Y, «a río revuelto, ganancia de pescadores».
HUMO
Los publicistas nos hacen creer que la libertad esta ligada al consumo, pero es justamente lo contrario. Los espirituales nos ofrecen el noble modo de alcanzar la libertad, pero resulta que la práctica, los ritos y los preceptos tienen tantos barrotes como cualquier otra celda. Y así, cada gurú nos vende su humo de manera descarada o subliminal. En nosotros está descartar lo que no nos pertenece para despertar, en mitad del batiburrillo, la conciencia de lo que somos y queremos en realidad.
© Javier Eugercio

Este microrrelato es un poco intrincado y tirando a surrealista, pero la intención es clara: denunciar la putrefacción social. Al parecer, la gasolina que nos mueve es el dinero y todos tenemos un precio. ¿O no?
FUNCIONA ASÍ
Anonymous contrató al flautista de Hamelin para acabar con las ratas amaestradas que controlaban las instituciones públicas. El flautista recurrió a su hipnótica melodía, pero las ratas se taparon los oídos y lanzaron sus proclamas de patria y bandera. Los amos, desde la sombra, premiaron a las ratas con un pedacito de tarta de queso y, con el cuento de que el mundo funciona así, consiguieron que el flautista se marchara y que Anonymous aceptara un soborno.
© Javier Eugercio

Para cualquiera que atesore un mínimo de juicio crítico, pasearse por los canales de la tele es un baño de mediocridad, violencia, falsedad, catastrofismo, frivolidad, mezquindad y sensacionalismo barato. ¿Es la tele un fidedigno reflejo del mundo?
¿MUNDO CRUEL?
En un arranque terapéutico, avanzó en línea recta hacia el oeste y, tres años después, afirmó: «Estoy de acuerdo, la Tierra es redonda, pero no es un lugar tan atroz como promulgan los medios informativos». Se sentía más vivo que nunca.
© Javier Eugercio

Soy de los que pienso que, poco a poco, nos estamos deshumanizando. Todos somos estupendos y sensibles y empáticos y buenísima gente y nos contamos historias de arreglar el mundo y bla, bla, bla… Lo cierto es que adoramos el dinero y somos adictos al consumo.
REALISMO TRÁGICO
Se puso las gafotas de realidad virtual, su última compra online. «Estás solo —leyó—. Vives para trabajar y consumir. Tu estilo de vida te produce un vacío que nunca lograrás llenar. Estás alienado. Eres una pieza de la producción de bienes y servicios. Crees que te importa el sufrimiento ajeno, la ecología y el porvenir de la especie humana, pero estás deshumanizado».
—¡Guau, qué realismo! —exclamó.
© Javier Eugercio

Recursos gráficos de pngtree y pixabay.
¿Qué te han parecido los microrrelatos de la vida? ¿Te gustó alguno en especial? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
29 octubre, 2020
En algunos de ellos podrían basarse para crear nuevos capítulos de Black Mirror. Me han gustado especialmente los tres últimos, con el último de las gafas de hecho me he descojonado, y con el de Que os den. Son trágicos y existenciales pero también se aprecia frescura y gamberrismo, lo que es la vida. Me gusta cómo se hilan todos para concluir con toques de humor. El humor nunca falta en tus relatos, aunque tenga que leerse entre líneas.
Pdta: ya se cargó en mi Kindle Terrorhome, creo que voy a tener que coger aire y tragar saliva antes de empezar. 🤣
30 octubre, 2020
Coge aire y al tema, Hana, espero que disfrutes del viaje. Me alegran esas risas que te echaste con los micros. Las lecturas de entrelineas son los vasos comunicantes entre emisor y receptor. Ambos deben vibrar a frecuencias similares para que parte del mensaje son se pierda por el camino. Muchas gracias por el feedback, me ayuda a sentir que merece la pena mantener un blog.
25 octubre, 2020
Gran acierto el unir estos microrrelatos en una única entrada ya que se complementan muy bien entre ellos y creo que, aún gustándome todos y cada uno de los micros/reflexiones que nos ofreces como unidad y por separado, creo que esta es una de esas claras ocasiones en las que se puede decir que «la unión hace la fuerza».
Como favorito de esta tanda no sé si sabría decantarme por alguno ya que me encanta la ironía que emana de «¿Mundo Cruel?», «Realismo Trágico» o de «La Vie en Rose»; el mensaje claro y contundente que promulgas en «Humo», «El Buen Camino» o «Así es la Vida» pero, creo que por ese toque agridulce que quiero ver en el mismo me quedaría con «Manda la Vida» ya que aunque se pueda saborear la tristeza en el mismo pienso que deja entrever una pequeña esperanza que, al menos a mí, me hace darme cuenta de lo simple y complicada que es la vida en sí. Un gran abrazo y enhorabuena por estos micros que me hicieron pensar y mucho aunque sea un domingo por la mañana.
25 octubre, 2020
muchas gracias por leer y comentar estos micros y reflexiones. Me alegra saber que espolearon tu materia gris a pesar de la inopia dominical😅 Coincido contigo en que Manda la vida contiene un mensaje muy potente que da mucho qué pensar. Lo escribí con una persona en mente, pero podía extrapolarse a todo el que se esmera en conseguir lo que la vida se empeña en negarle. Cuántas veces me habré preguntado ¿por qué es tan difícil para algunos lo que para otros parece tan fácil? Puede que, simplemente, la vida tenga sus planes para cada uno de nosotros.